Bueno, para variar un poco de las críticas al uso aquí os dejo un breve bosquejo sobre los rasgos esenciales de El Ilusionista.

– La historia de amor está sorprendentemente bien llevada (aunque tampoco sea una maravilla), no resulta ñoña, sino creíble, siendo esto vital para que el filme no haga aguas a las primeras de cambio.

– Las actuaciones, en general, son lo más destacable. Norton y Giamatti demuestran los motivos de su prestigio, aunque uno espera algo mejor de ellos, en especial del primero tras los rumores (espero que ya extinguidos) de una posible nominación al Óscar. Sorprende la solvencia de Jessica Biel y, aunque para nada lo haga mal, es cansino volver a encontrarse a Rufus Sewell como el villano de turno.

– A la dirección de Neil Burger le falta energía. Apenas sobresalen los momentos que se apoyan en el asombro visual de los trucos de Eisenheim. En el resto de metraje, parece sobrevolar cierta desgana (o falta de garra, no estoy del todo seguro) en la realización.

– El final estropea bastante el filme. Las redundancias explicativas nunca han sido muy de mi gusto, pero en El Ilusionista resultan irritantemente excesivas. Podría haberse dejado todo en el aire con una clara preferencia hacia la explicación seleccionada sólo cortando los flashes explicativos (aunque al menos obvia los mil fasos finales que sí afectan a futuros estrenos como Mentes en Blanco). Una pena, porque el mal sabor de boca que te deja impregna la valoración final de forma irremediable.

– La banda sonora compuesta por Philip Glass resulta errónea. No digo que sea mala (quizá sí pelin reiterativa respecto a otras obras suyas), pero sí que no casa con lo que vemos y parece realizada más para el lucimiento personal que otra cosa.

– A aspectos más técnicos como la fotografía o el vestuario no cabe buscarle reproche alguno, destacando la sobria vestimenta del protagonista, lo cual ayuda a potenciar el efecto que producen sus números de magia.

– Pese a todas las pegas, es una cinta entretenida con ciertos chispazos de brillantez, pero uno esperaba algo mucho mejor (sobre todo teniendo en cuenta la presencia de mi adorado Edward Norton) y parece que habrá que esperar hasta The Prestige para ver una cinta sobre la magia realmente inspirada.

P.D. Si tenéis que elegir entre que ver esta semana, por mi parte recomiendo sacrificar la que nos ocupa y acercaros a ver Borat .