La primera etapa de esta especie de comparativa entre el potencial y la realidad de las teleseries y las películas tiene como parada los personajes de las mismas. Establecer una relación en términos de igualdad resulta ya de entrada injusto debido a la diferencia de formato de ambos casos, pero ello no debe servir como excusa.
Los personajes fílmicos tienden a caracterizarse por la necesidad de superar un problema que surge alrededor de ellos, el cual se plantea, se desarrolla y se finiquita dentro de unos bien delimitados límites de duración. Dejando a lado posibles incompetencias del guionista de turno, los roles protagónicos son los mejores definidos y vertebran al resto a su alrededor. Aquí surge el primer problema esencial: ¿Cómo conseguir un equilibrio creíble en el apartado de secundarios? Es muy sencillo sacarse personajes de la manga para resolver situaciones puntuales (cuando no están directamente supeditados a discutibles giros de guión finales), otros cuya importancia residual en el relato no justifica su presencia, algunos que se ganan la simpatía / empatía del espectador pero que apenas gozan de unos minutos en pantalla, los cuales entroncan con la evidencia de los personajes desaprovechados: En el cine es común encontrar a intérpretes que, por una (falta de suficiente éxito para confiarle roles principales) u otra (actores en horas bajas) razón, caen en personajes muy por debajo de sus posibilidades y eso es algo que puede no resultar explícito para los que no tengan particular interés en ellos, pero al resto puede resultarle molesto. Ojo, la propia naturaleza de la película justifica en no pocas ocasiones la existencia de personajes con escaso relieve, ya que las limitaciones en términos de duración imposibilitan un desarrollo suficiente en todos los casos.
Ante esa situación podríamos refugiarnos en largometrajes de aire coral en el que nadie es el protagonista y todos lo son al mismo tiempo, pero, salvo meritorias excepciones, eso suele propiciar una dispersión, quizá no en el interés del devenir de la historia, pero sí en el desarrollo de los personajes. Existe un elemento, bastante arraigado en nuestros días, que, en principio, desafía las limitaciones de los personajes y es el fenómeno de las secuelas o sagas. Esto podría servir para ir desgranando elementos sobre la naturaleza de los protagonistas, enriquecer sus matices y dotar de mayor dimensión a aquellos que en las primeras entregas apenas cuenten con presencia en pantalla. No obstante, aquí nos encontramos con que en no pocas ocasiones el filme inicial cerraba las situaciones a nivel argumental y futuras entregas, dejando a un lado su posible calidad, se limitaban a operaciones para sacar el dinero a los fans de los personajes y, si acaso, alterar sólo levemente sus rasgos para no correr riesgos en su devenir comercial.
En el otro lado de la balanza encontramos a los personajes de teleseries, donde adoptar un patrón general es una imbecilidad injustificable, ya que cada serie sigue caminos distintos en el desarrollo de los mismos. Basta con comparar la planidad de “C.S.I.” con el ejemplar diseño de personajes de “El ala oeste de la Casablanca” para relativizar todo lo que diga a continuación. Pongamos que las teleseries cuidan, en general, el asunto de la continuidad en ilustrarnos elementos interiores de la vida de los personajes. Algunos lo harán peor (a trompicones, varios capítulos sin nada y grandes revelaciones ocasionales) y otros mejor (pequeños detalles en cada episodio que no sólo enriquece al personaje, sino a los que lo rodean y a la propia teleserie), pero aquí entra en juego un factor mal visto a nivel cinematográfico al ser entendido como apostar por lo fácil: La interpretación “reiterativa” nos permite calibrar mejor (pero sólo en cierto sentido) el nivel de los actores, porque en las películas el tema de la motivación que suscite determino personaje en el actor lo hipermotiva para sacar de sí más de su nivel real o se limita a pasar por ahí para cobrar el cheque. Dicho elemento desaparece (si estás hipermotivado… mantenlo durante años, ¡imposible! Y si apuestas por la apatía… seguramente la serie acabe por ser cancelada) en el campo de las teleseries, donde, la discusión debería estar entre en qué punto queda el asunto de calibrar si estamos ante un utópico nivel medio interpretativo que el actor puede dar o ante un asunto acomodaticio en el que el espectador puede estar tan entregado al personaje (el factor encariñamiento, vamos) que pase por alto situaciones que en una película chirriarían sobremanera.
Esta doble posibilidad permite por un lado apelar negativamente a la carrera de actores que se “refugian” en una teleserie con un “está acabado” y no molestarse en ver más allá. Pero, ¿Qué sucede si el actor está en la fase inicial de su carrera? ¿suerte de caer en un papel idóneo, por estar en una serie de gran éxito, porque el público de estas producciones no es tan exigente? Es tan fácil valorar despectivamente las teleseries como lo ha sido hacerlo respecto a los cómics. El problema reside es que es tan fácil como equivocado. Cierto que existe el acomodo interpretativo y eso es algo que encontramos en no pocas teleseries, pero antes hay que saber llegar a él (qué fácil es restar cualquier tipo de mérito a conseguir una supuesta empatía perfecta con el personaje) y es ahí donde reaparece la duda: ¿En qué momento el actor se ha acomodado al personaje? Una forma de luchar contra la idea de que sucede al de pocos capítulos (o directamente en el primero) es la sucesiva aparición de episodios que, si bien descuidan el pilar argumental de la serie, refuerzan el personaje, lo matizan, obliga a revisar sus características hasta ese momento y determina un punto y aparte respecto al mismo. La pega es que eso no se puede hacer episodio sí, episodio también y, en general, suele limitarse a ir desgranando detalles, insignificantes para algunos, pero vitales para otros.
Y creo que voy a ir dejándolo aquí, que me hubiera gustado apuntalar algún detalle más, pero tiempo habrá (no quería eternizar esto) cuando toque hablar del aspecto de la riqueza de las tramas.
diciembre 28, 2006 at 10:58 pm
Supongo que por definición una serie es más irregular, menos redonda pero a cambio tiene todo el tiempo del mundo para profundizar y definir a sus personajes o para permitir evoluciones (mejores o peores) en los mismos, y sobre todo para hacerse mucho más cercana, para ofrecer más visiones.
El diseño de personajes del ala oeste es realmente excelente. En el episodio 2×01 el de los dos francotiradores se explican las motivaciones de todos de manera impecable.
diciembre 29, 2006 at 12:34 am
Deacuerdo con el primer párrafo de pequeñoIban, pero yo con El ala oeste de la casa blanca no puedo, me produjo tal repelencia que solo pude ver dos capítulo. Tal vez me pierda una gran serie, pero no soy capaz de describir con palabras la inmensa pereza que me produce (y no por el Martin Sheen, que es curioso, hace de presidente en todos lados y en la vida real hace manifestaciones contra él…).
Por cierto, freddy, hay que ver cómo te curras los posts…
diciembre 29, 2006 at 4:03 am
Respecto a tu comentario sobre las pocas películas con un protagonismo coral, supongo que ese era el gran acierto de cineastas como Berlanga o Robert Altman.
Saludos !
diciembre 29, 2006 at 2:39 pm
No dudo de que sea altamente interesante.Cuando he llegado a los «roles protagónicos» no he podido seguir,es muy poco accesible para alguien como yo…:( Ya lo intentaré releer en mi casita.
diciembre 29, 2006 at 6:28 pm
Oficialmente, un personaje principal es definido por su importancia en el desarrollo de la trama. Aunque todo es discutible. Incluso qué personaje es principal y quién es secundario. Ahora me viene a la cabeza la doble nominación al Oscar de Barry Fitzgerald (principal y secundario) por «Siguiendo mi camino».
En cuanto a las series de televisión. Algunas (caso de «House» o «CSI») sobreviven por el culto al protagonista. Hasta el punto de que los secundarios apenas aportan nada más allá de su presencia circunstancial. La audiencia babea por sus nuevos dioses y relega a los secundarios de dichas series al papel de comparsa con ocasionales destellos.
Comparto tu opinión sobre el desarrollo de los personajes de la serie de Martin Sheen… Aunque la serie en sí (de excelente factura) no me atraiga por su contenido panfletario excasamente creible. Hay veces que más que una reunión del gabinete de la Casa Blanca, parece que se trate de una reunión de Boy Scouts.
diciembre 29, 2006 at 8:32 pm
Hombre, lo de irregular es discutible, porque al tener un corpus mucho más amplio es más fácil detectarlas… pero a la larga un capítulo de una serie puede representar un minuto o menos de una película…
Pues no sé por qué te produce pereza.. la temática quizás? Ah, y gracias… pero tampoco me curro particularmente los posts…
Sí, con las excepciones en el éxito de los repartos corales justo estaba pensando en berlanga (ya no tanto en Altman, de cuya obra apenas conozco pelis sueltas)
Macho, justo has comentado lo mismo que me dijos Bobbys… y es que algo rebuscado a veces ya soy, pero era pa no repetir mil veces las mismas palabras! XD
Ya sé que lo referido al protagonismo es discutible en función del impacto del personaje dentro de la película, pero hay que recurrir a generalidades o las argumentaciones jamás serían suficientemente detallistas… lo que comentas de House y (sobre todo) CSI me parece muy cierto… y es justo por ello por lo que, al menos un servidor, se cansa un poquito de ellas, aunque por otra parte esa fórmula es la que parece garantizar un éxito más perdurable dentro de las teleseries españolas que pasan en la televisión en abierto en españa… Y puede que «El ala oeste» no sea del todo creíble, pero babeo tanto con el desarrollo de los personajes y los diálogos que acepto pasarlo un poco por alto…
Feliz fin de añou!
diciembre 29, 2006 at 9:34 pm
Me gustaría opinar sobre este tema con criterio, pero es que no puedo… no entiendo de teleseries!! Las que a mi me parecen buenas la gente las detesta y viceversa… Eso sí, la mejor serie jamás creada, en la que los personajes sí cobran vida propia, es, en mi opinión, «Twin Peaks».
Un besico!!
diciembre 29, 2006 at 9:42 pm
¿y cuáles son la sque te parece buenas y la gente detesta? 🙂
diciembre 29, 2006 at 11:11 pm
Pues verás, yo parto de la puede que tonta teoría de que los maestros de las series son los nipones y ¿qué hacen los nipones? manga y anime, y yo, en cuanto a series, adoro el animeee!!! Supongo que mérito cinematográfico tienen poco pero disfruto como una enana viendo desde Fushigi Yuugi hasta Los caballeros del zodiaco, pasando por Ranma, Yami no matsuei o Utena, incluso me gusta Musculman!! 😛
Supongo que ese es mi «problema»… vv’
Ah! Decir también que, saliendo del anime, siempre he adorado «Yo, Claudio»!!
diciembre 29, 2006 at 11:28 pm
¿Y de Cowboy Bebop qué opinas?
diciembre 29, 2006 at 11:57 pm
Interesante, Freddy. De todas formas, es como comparar los 100 metros con el maratón: ¿qué carrera tiene más mérito?
Lo más curioso, para mí, ha sido siempre el trasvase de series a películas: ¿qué sentido tenía, por ejemplo, pasar «Expediente X» de serie a película? Sólo sirvió para dejar al descubierto los puntos débiles de la serie, que en el formato televisivo pasaban desapercibidos (y escribe esto alguien que ha sido fan acérrimo).
Un saludo, Freddy, y… ¡feliz año!
diciembre 29, 2006 at 11:59 pm
Pues opino que está realmente bien, aunque quizá peque, en ocasiones, de ser un poco «tostón». Eso sí, profundiza como pocas en el trasfondo de las historias y tiene unos personajes perfectamente caracterizados.
Pero si algo me gusta verdaderamente de Cowboy Bebop es su banda sonora, qué pasada! No en vano, está compuesta por una de las compositoras japonesas más admiradas, Yoko Kanno. Esta mujer tiene versiones alucinantes de algunas de las piezas de Debussy. Muuuy recomendable! ;D
Tú qué opinas de esta serie?¿?
diciembre 30, 2006 at 12:02 am
Ah, por cierto, los capítulos que más me gustan son «La balada del angels caiguts», «La reina del Heavy Metal» y «Parla com una nena» (no sé cómo serán en castellano, yo ví la serie en catalán).
Un besicOoOoOo!!!
diciembre 30, 2006 at 12:04 am
Adoro Cowboy Bebop y la banda sonora que comentas es una maravilla indiscutible!!
diciembre 30, 2006 at 2:48 am
Completamente de acuerdo en que para corales Berlanga. Las teleseries es cierto que dan lugar a una evolucion de los personajes, pero normalmente se pierden sus caracteres originales con la trama, aunque quias mejore la naturalidad de sus dialogos al hacerse con un lenguaje propio. Como ejemplos Twin Peaks (muy alejados la mayoria al final de la serie de los creados en un principio por Lynch) o en plan mas freak Amanda de Melrose (al final era mala, santa o monstruo!!??)
diciembre 30, 2006 at 1:28 pm
Es que es una cuestión un poco de Perogrullo, ¿no? Bueno, un poco no, mucho XD Me refiero a que es obvio que las series tienen mucho más tiempo para desarrollarlo todo, no sólo los personajes, y que pueden dar mil vueltas y giros sin que la sensación de caos sea la misma que en una película, también por esa misma cuestión del espacio temporal. Supongo que de entrada se exige que una película esté mejor acabada, que sea más redonda, mientras que una serie se puede tomar más licencias. También depende del esquema de la serie, porque la cosa cambia mucho si son de esas de episodios independientes o de los que tienen continuidad. De todas formas, eso no quita para que haya series que estén milimétricamente ajustadas desde el comienzo, y que no se nota que alargan las cosas en plan patillero. Aunque sea un bien escaso XD
diciembre 30, 2006 at 2:13 pm
Exactamente es muy dificil de comparar y analizar los pros y los contras de las series y el cine
diciembre 30, 2006 at 8:02 pm
El ala oeste es una serie que sólo se puede ver aceptando en efecto su panfletario punto de vista. Todo en ella es fantástico pero ciertamente está escrita por alguien que adora y cree hasta la médula en el sistema americano, al menos en teoría… pero es que está tan bien hecha.
Y también adoro cowboy bebop que la estoy empezando a ver. Los tres primeros capítulos son muy buenos
diciembre 30, 2006 at 10:12 pm
Aquí habría un par de cosas que matizar, ya que en el 90% de las series de más de una temporada todos los personajes dan giros absurdos para intentar dar algún interés.
Y respecto a lo de la interpretación de los actores motivados o desmotivados, supuestamente más sólida en las series de larga trayectoria que en películas que el actor sólo haga para cobrar, sólo diré cuatro palabras: James Van Der Beek
enero 2, 2007 at 11:50 pm
no estoy de acuerdo contigo Ganzo…
El 90% es mucho porcentaje xD pero de todas formas no siempre es bueno que un personaje evolucione.. muchas veces mola mas que la personalidad de un personaje esté bien asentada y que reaccione a lo que pasa en la serie acorde con su forma de ser..
las series no son como las pelis.. las pelis cuentan algo, un cambio, una evolución de un personaje.. las series pueden hacer eso o no.. es lo bueno que tiene, se pueden permitir que el personaje cambie más lento o simplemente sea siempre como es y afronte lo que le pase acorde a ello..
realmente si que es un poco de perogrullo.. el cine es el cine, y la series son las series.. pero, como en todo, es imposible no comparar xD
y si que es verdad que en ocasiones los guionistas de las series no consiguen mantener al personaje fiel a su personalidad, pero bueno, se compensa con otras muchas cosas..
enero 3, 2007 at 2:36 pm
Apoyo a Pequeñoibán en lo de «El Ala Oeste» y a Marnie en lo del enfrentamiento entre series y películas. A las series le tienes que perdonar que la realización sea más plana y rutinaria, mientras que las películas no disponen de tanto tiempo para desarrollar los personajes. Cada medio tiene que suplir sus carencias con creatividad y buscar un cierto equilibrio. Así, nos encontramos con series en las que se hace un gran esfuerzo para que la realización esté casi tan cuidada como si se tratara de una película y películas en las que intentan dotar de matices a los personajes.
Un saludo!
enero 6, 2007 at 5:58 pm
La cuestión alrededor de los posibles giros absurdos de los personajes redunda en que no vivimos un momento concrto de la vida de los mismos como sí sucede en las películas (bueno, salvo flashbacks y flashforwards a mansalva), sino que podemos aocmpañarlos durante años y años y, al igual que en la vida real, uno no sabe qué puede provocar un cambio realmente sustancial en su personalidad. Cierto que se puede vertebrar la serie alrededor de un personaje que apenas sufre alteraciones, pero, en general, a mí me interesa que se alteren, incluso que ocasionalmente tengan conductas que no cuadren con su descripción original. otro caso aparte sería cambios bruscos cada dos por tres de credibilidad harto dudosa como sucede por ejemplo en «Nip/Tuck», donde les dan tantos giros a los personajes que es imposible creertelos…
marzo 2, 2007 at 7:15 pm
Aisschh! Antes de que se me pase, que será dentro de 2 segundos. ¿Os suena una serie que va de una nave intergaláctica cuyo capitán (creo) es manco y bastante frío y tosco?
Jo, es que me tragé montón de capítulos de esa serie y no me acordaba hasta ahora. No se porqué, se me quedó la idea de que los créditos finales eran interminables. Recuerdo a un niño corriendo por una explanada detrás de la nave. ¿Sabeis a qué serie me refiero?
marzo 2, 2007 at 8:24 pm
Era/es manga, por si había alguna duda.
noviembre 24, 2012 at 7:51 am
During the race on Saturday, Busch’s car made contact with Harvick’s as Clint Bower’s car wrecked, sending both men spinning out of contention. He forwarded the email to her and she just broke down. That being said, Hamlin has an average finish of 8.
febrero 26, 2013 at 4:49 am
They can cause you to gain fat and add to your cholesterol level as well.
Many surgeries can be expensive and can involve challenging lifestyle changes, particularly after lap-band surgery
and other bariatric procedures. Get on the path to spiritual growth so you can heal the
emotional and external reasons you.
marzo 10, 2013 at 12:29 pm
Hmm it appears like your blog ate my first comment
(it was extremely long) so I guess I’ll just sum it up what I submitted and say, I’m
thoroughly enjoying your blog. I too am an aspiring
blog blogger but I’m still new to everything. Do you have any points for beginner blog writers? I’d
definitely appreciate it.